´Para mantener la juventud, hay que mantener las piernas abiertas´ – Yamuna Zake La edad eśta en tu columna vertebral Estas son las palabras repetidas por Yamuna Zake, fundadora de Yamuna Body Rolling en una de las sesiones de formación en Nueva York. Todos en la sala se reían, por supuesto, pero a pesar de la obvia insinuación sexual en esta frase, desde una perspectiva mecánica y energética este comentario tiene detrás una observación muy sabia y reveladora – la pelvis no solamente es el eje del movimiento físico sino también de nuestra energía vital. Durante el proceso de envejecimiento, gracias al peso de la gravedad y los malos hábitos de postura, nuestra pelvis empieza a cerrarse hacia dentro. El resultado de una pelvis cerrada es una espalda curvada, dolores en las rodillas y problemas con los arcos de los pies. La pelvis está profundamente conectada con TODO el functionamiento del cuerpo. La columna vertebral crece hacia arriba desde el sacro, la parte posterior que une las dos partes de la pelvis. Por eso cuando la pelvis empieza perder su flexibilidad y anchura, la columna vertebral sufre también. Gracias a su connexion con las caderas y la cabeza del femur, algo parecido pase con las rodillas tambien – resultando en molestias de la articulacion y una reduccion de movilidad. Tuve otro profesor de la India que siempre dijo que la edad no está en la arrugas de la cara sino en los años que tiene tu columna vertebral. Sus palabras confirman lo que dijo Yamuna Zake ese día en la formación. Una pelvis abierta automáticamente va a resultar en una columna vertebral sana y articulaciones como las rodillas y tobillos fuertes y estables. Esto se va a traducir en una sensación por dentro y por fuera de más juventud. La Pelvis y tu Respiración Una pelvis abierta es esencial no solo para la movilidad física, sino también para la capacidad para respirar con facilidad y profundidad. Por esta razón, el 60-70% de todas las posturas de Yoga están centradas en abrir y alinear la pelvis porque hay una conexión directa entre la cadera y la caja torácica. Por ejemplo, tuve un alumno que pasaba horas nadando y quien estaba sufriendo dolores crónicos en el cuello y los hombros. Trabajamos con una pelota de Yamuna y algunas posturas de Yoga para abrir el espacio alrededor de los puntos internos y externos de inserción de la cabeza del fémur. Cuando terminamos la sesión, ella se levantó y me miró sorprendida: no podría creer que el dolor en su hombro izquierdo y el cuello había desaparecido completamente sin tocarlos. Por lo tanto, en los intensivos de Karmuka Yoga, es una cosa muy normal observar que la mayoría de los alumnos tienen un brazo más largo y el hombro más relajado que el otro después de liberar un lado del psoas iliaco. El psoas iliaco conecta el fémur con las lumbares y pasa por los dos lados de la pelvis y directamente por el centro también. Este músculo tiene fama por ser el músculo del alma y cuando percibimos una amenaza y nace la reacción de huir o luchar, ésta es una de las primeras combinaciones de músculos que se activan. Cuando el psoas ilíaco está relajado, la pelvis va a estar más abierta y los dos isquiones van a estár bien puestos en el suelo (no tirando hacia delante o situado a un lado o en el otro). Esa apertura en la pelvis resultará en la columna vertebral automáticamente recta y se extenderá hacia arriba por la corona de la cabeza. Esto tiene un efecto culminativo de subir y levantar la caja torácica, lo cual crea más espacio para la respiración y digestión, con lo que podrás disfrutar de los beneficios de una respiración profunda que incluye pero no están limitado a un ritmo cardíaco más lento, presión arterial más equilibrada, un sistema nervioso relajado y, por consecuencia, la capacidad de pensar y actuar con la corteza prefrontal y reaccionar con lógica en vez de con el instinto de miedo ubicado en la amígdala. La fuente de la juventud está adentro Nuestra pelvis está compuesta por dos partes que se unen en los puntos del sacro y el pubis. El pubis es un punto de anatomía muchas veces ignorado, pero como el sacro, es importante mantener la integridad y forma da la pelvis y la columna vertebral. Cuando estoy trabajando con clientes y les enseñó dónde está el pubis y ponemos un poco de presión ahí con una pelota suave, normalmente la reacción es una de sorpresa. Es un reacción muy común cuando estás trabajando con una parte del cuerpo ignorada. El cuerpo, como un buen amigo o amante, quiere ser reconocido y tratado con cariño y cuidado. Desafortunadamente, en muchas ocasiones son sólo algunas partes del cuerpo las que reciben nuestra atención y eso crea un desequilibrio en el mismo cuerpo. Ese desequilibro a menudo manifestarse como dolor crónico en el cuello, la cadera, la espalda, las rodillas, los hombros, digestion…etc. Por eso, en Karmuka Yoga trabajamos desde la profundidad del hueso y con TODO el sistema óseo en vez de solo con el superficie superficial de la musculatura. De esa manera los alumnos van más allá que el cuerpo, profundizando su capacidad de aumentar su conciencia interna para que puede vivir con más movilidad y plenitud . El comienzo de ese conciencia ósea empieza en la pelvis. La pelvis no solamente es el eje del movimiento físico sino también de nuestra energía vital. La silla de la energía de kundalini (la energía vital de la vida) está ubicada en la base de la columna vertebral alrededor el coxis y el sacro, ubicados en la parte posterior de la pelvis. A las partes posteriores y anteriores de la pelvis también se le suman conexiones internas (abductores: conexión del pubis a la rodilla) y conexiones externas (Fascia Lata: conexión de cadera a la rodilla). Si una de estas conexiones está bloqueada, esto puede crear problemas en las
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