Tanto la mente yóguica como la mente verdaderamente científica deben ser una mente viva, aprendiendo, nunca concluyendo. Aferrarse suavemente a las verdades y patrones observados, pero voluntariamente dejarlos ir si se demuestra que son falsos o incongruentes. De esta manera, el flujo de conocimiento es constante y nunca está muerto o estancado.
Es esta curiosidad la que arroja luz sobre la ignorancia y destruye la ilusión de Maya.
Por lo tanto, cuando surgió la oportunidad de solicitar un doctorado investigando los efectos del yoga en el cerebro utilizando las mediciones cuantitativas de la tecnología de imágenes cerebrales fNIRS, salté a la oportunidad.
Ahora, como estudiante de doctorado en la Universidad de San Luis Potosí Autónomo, México, usaré la tecnología de imágenes cerebrales fNIRS para observar los efectos del yoga en el cerebro.
La Luz sobre el Yoga
La espectroscopia funcional de infrarrojo cercano (fNIRS) es una técnica experimental de neuroimagen no invasiva y no ionizante, que emplea múltiples fuentes y detectores de luz en el cercano infrarrojo para cartografiar la actividad cerebral a través de la observación de niveles de saturación de oxígeno en la hemoglobina.
A diferencia de la resonancia magnética funcional, fNIRS permite captar imágenes durante el movimiento de los pacientes mientras observa la actividad cerebral, como la corteza prefrontal (PFC), que ha sido identificada como una zona cerebral clave para comprender aspectos importantes del bienestar y sus prácticas. También se ha observado que las mediciones de la variabilidad de la frecuencia del corazón (HRV) se acerca a la exactitud de un electroencefalograma (EEG), lo que lo hace ventajoso en la investigación donde se desea la caracterización del sistema nervioso autónomo (es decir, el tono vagal) y su relación con la actividad cerebral.
El Tercer Ojo – La Corteza Prefrontal
Muchas personas piensan que el tercer ojo se atribuye a la glándula pineal. Sin embargo, según el Dr. Huberman de Huberman Labs, tiene mucho más sentido asociar el tercer ojo con la corteza prefrontal. Esto se debe al hecho de que cuando entramos en meditación, el espacio entre las cejas donde a menudo se les dice a las personas que se enfoquen es la corteza prefrontal. Además, la corteza prefrontal es el área del cerebro asociada con el funcionamiento ejecutivo, o más bien, la mente superior que percibe la vida más allá del instintos animales asociados con la parte reptiliana del cerebro ubicada más atrás.
La corteza prefrontal es la parte más adelantada de la corteza frontal y constituye el 30% del área cortical total. Su definición exacta y su papel sigue siendo un área de debate en neurociencia. Sin embargo, es ampliamente aceptado que esta es el área responsable del funcionamiento ejecutivo y el comportamiento complejo. Es aquí donde se controlan las reacciones automáticas e instintivas, se analiza la memoria pasada y la experiencia aprendida y se revisa, planifica y ejecuta la acción futura. Varios investigadores han destacado la importancia de la corteza prefrontal como una importante región de interés tanto en el tratamiento como en el diagnóstico de trastornos psicológicos, niveles de estrés, respuesta emocional y bienestar.
La corteza prefrontal (PFC) ha surgido en una de las regiones más consistentemente disminuídas en los trastornos del estado de ánimo con una conectividad funcional reducida que se reduce en la Red de Modo Predeterminado (DMN) y la Red de Control Cognitivo (CCN). Ha sido observado que la conectividad funcional reducida dentro de la red de modo predeterminado se correlacionaba con el trastorno depresivo mayor.
Santosha – La Importancia del Bienestar
En la filosofia de Yoga hay el concepto Santosha está relacionada con ser contenta. En el lenguaje de investigación occidental su equivalente seria el bienestar. La organización mundial para la salud (OMS) indica que la disminución de niveles de bienestar y el aumento en casos de depresión mayor es el factor que contribuye más a la carga global de las enfermedades cuando se miden los años de salud y de capacidad perdidos debido a esta patología.
Tanto la psicología como la medicina conductual indican que las reacciones fisiológicas de estrés confieren riesgo de enfermedad psicológica y física. La investigación integradora y multidisciplinaria que aplica tecnología de neuroimagen que es capaz de registrar tanto la actividad cerebral como la cardiaca puede ayudar a unir las disciplinas históricamente separadas de la fisiología y la psicología y aclarar las vías cerebro- cuerpo que vinculan el bienestar psicológico y físico.
Mediante lo anteriormente mencionado se tiene el potencial de proporcionar diagnósticos y evaluaciones de tratamiento más precisos. Explorar los marcadores neurobiológicos del bienestar y los cambios neurológicos que resultan de las prácticas de Yoga podrían proporcionar un diagnóstico más preciso, un tratamiento efectivo y una atención preventiva.